Esculturas creadas a partir de ADN

Tal vez algunas personas no estén conscientes de que todos dejamos un poco de nosotros en todos los lugares en donde nos encontramos, pero en pocas ocasiones se reflexiona acerca de este hecho, por eso es que resulta tan llamativo el trabajo de Heather Dewey-Hagborg, quien recrea algunos rostros mediante esculturas gracias a desechos que se ha encontrado.
A partir de estos los restos desechados, Dewey-Hagborg fue capaz de extraer información genética con la que reconstruye los rostros de las personas a partir del fenotipo, así que el resultado son máscaras humanas que a primera vista podrían engañarnos con que se trata de personas reales.
Es difícil determinar hasta qué punto estas esculturas se ajustan a los los «donadores» de ADN, pero eso no es lo que interesa la creadora y con lo que busca plantear en el proyecto, ya que busca reflexionar el poder de las pruebas genéticas y la urgencia por considerar sus ramificaciones.
Todas las imágenes son © Heather Dewey-Hagborg