Candida Höfer presenta su particular visión «En México»

Las actividades del Año Dual Alemania-México se presenta la exposición internacional Candida Höfer en México, que reúne una selección de la obra que la reconocida artista alemana realizó durante el otoño de 2015.

La muestra, organizada en el marco del Año Dual Alemania-México y los festejos de los 25 años del Mandato Antiguo Colegio de San Ildefonso, se inauguró el martes 4 de abril y estará abierta para disfrute del público hasta el domingo 30 de julio de 2017.

Candida Höfer en México exhibe 25 excepcionales fotografías de gran formato, de la serie que Höfer tituló En México y que la artista realizó de espacios emblemáticos de nuestro país: Teatro Degollado y Hospicio Cabañas, de Guadalajara; Teatro Juárez de Guanajuato; Palacio de Bellas Artes, edificio Basurto, Biblioteca Vasconcelos, Catedral Metropolitana, Museo Nacional de Arte y Museo Nacional de Antropología, de la Ciudad de México; Museo Nacional del Virreinato en Tepotzotlán, Estado de México, Iglesia de Santa María Tonantzintla y Biblioteca Palafoxiana, en Puebla; Iglesia de San Jerónimo Tlacochahuaya y Convento e Iglesia de Santo Domingo, en el estado de Oaxaca. La exposición se complementa con 13 fotografías de formato menor y 2 proyecciones fotográficas en cuyas imágenes se da cuenta de la riqueza del patrimonio arquitectónico nacional al develarse aquellos fragmentos de la realidad que la fotógrafa desprendió del entorno durante su visita a México, gracias al Goethe-Institut Mexiko.

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Las fotografías de interiores de edificios donde se desarrolla la vida social y la enseñanza, como teatros, iglesias, bibliotecas y museos, captadas por Höfer, se distinguen por las atmósferas envolventes que colman la ausencia, logradas a partir de un meticuloso manejo de la luz, del estudio de las estructuras y un rigor preciso que siempre resalta las variaciones características de un determinado lugar. El resultado son “retratos espaciales” en los que confluyen los planos y los colores, así como las relaciones de orden y desorden. El espectador puede adentrarse en las obras, descubrir estos lugares tal como son y observar, a través de una mirada contemporánea, el bagaje histórico y estético de estos sitios.

Para una mejor apreciación, la muestra Candida Höfer en México está dispuesta en siete salas de la planta baja del Antiguo Colegio de San Ildefonso en un total de 939 metros cuadrados. El público podrá disfrutar de las fotografías de recintos icónicos como el Hospicio Cabañas, en donde la perfección representativa de Höfer acentúa la relación inestable entre la forma arquitectónica y la pintura que la cubre. Capta la obra mural de José Clemente Orozco como un tatuaje que recubre el espacio, transformándolo en un mensaje revolucionario. Mientras, los colores saturados de Daniel Buren, artista francés que intervino el Hospicio en 2014, presentan el mismo espacio en una experiencia estética pura y vibrante.

Mediante una cuidadosa elección del punto desde donde la fotógrafa toma la imagen, Höfer produce una composición perfectamente simétrica de espacios en el Teatro Juárez, que coincide, casi punto por punto, con la proyección en perspectiva central del dibujo arquitectónico. El orden visual de esa toma también responde al control de luz y tiempo. Usa la luz natural ajustando la cámara a tiempos muy largos de exposición y cerrando el diafragma al máximo: así se produce la gran profundidad de campo y el detalle de la imagen.

De sus obras, Höfer ha dicho que “no son fotografías de arquitectura, sino retratos de espacios”. No es la representación de un motivo -el interior de un edificio público como el Palacio de Bellas Artes- lo que define su obra; la verdadera intención de su fotografía es producir una epifanía: iluminar el conocimiento del espectador sobre la naturaleza del espacio, a través de la provocación estética. De manera paradójica, es en el vacío de sus vistas envolventes donde se comprende la naturaleza del espacio habitable.

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El proyecto de Höfer en México, puede entenderse como un símil al de aquellos viajeros extranjeros del siglo XIX, como Alexander von Humboldt, Karl Nebel, Johan Moritz Rugendas o Désiré Charnay, que se lanzaron a recorrer el país para encontrar imágenes de paisajes, motivos arquitectónicos o “antigüedades” arqueológicas que permitieran identificarlo en sus características únicas. A esas maravillosas “vistas” decimonónicas reproducidas en grabado, litografía o papel salado, se suman hoy en la contemporaneidad las monumentales y coloridas fotografías de Höfer. Las imágenes de Höfer son una suerte de dioramas posmodernos que además de mostrar los objetos arqueológicos, los asocian al espacio que los acoge, como ejemplo están las fotografías del Museo Nacional de Antropología, recinto también presente en la exposición.

La obra de la artista alemana establece un diálogo entre la fotografía y la arquitectura, a partir del orden y la proporción visual. Más que representar una iglesia —como la Catedral de México—, lo que persigue Candida es subrayar la simetría, proporcionalidad y equilibrio de la estructura formal. Qué mejor herramienta para meditar sobre la arquitectura que la fotografía: un medio cuyo dispositivo de producción, la cámara, se basa en los mismos principios óptico-geométricos que la perspectiva.

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Todas las imágenes son © Candida Höfer

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