Las Sangres aborda el deseo femenino sin la culpa
El deseo para la mujer, la mayoría de las veces viene abordado con culpa o castigo, además de la victimización, por eso es que el libro de Las sangres (Hoja de lata, 2018), de Audrée Wilhelmy, se vuelve una lectura tan relevante, ya que sea aleja de esas nociones y permite a sus personajes explorar sus pasiones de la manera más transparente posible.
La historia que nos relata Audrée es una reinvención del cuento clásico del ogro Barba Azul, de Perrault, y lo hace a través de la mirada de sus mujeres: Mercredi, Constance, Abigaëlle, Frida, Phélie, Lottä y Marie escriben, cada una de ellas, siete pequeños cuadernos íntimos relatando sus experiencias con Féléor, quien a modo póstumo decide reunirlos y anotarlos en memoria de las adoradas esposas.
Féléor Barthélémy Rü es joven, atractivo y rico. Vive en un gran castillo en la Cité, una villa misteriosa, y siente un placer desmedido por la carne cruda y por la brutalidad en todas sus formas. Fascinadas por sus aristocráticos modales y por los escabrosos rumores que envuelven al joven seductor, siete mujeres no dudarán en casarse con él, dispuestas a dejarse llevar por las más oscuras fantasías amorosas.
Aquí pueden conocer, de manera más personal, los pensamientos que giran alrededor de la obra:
Las sangres es un cuento de hadas moderno sin cuartos secretos ni llaves prohibidas, en el que todo el mundo sabe a qué está jugando.