El Rostro Surrealista De Ian Ingram
[dropcap size=small]P[/dropcap]odría parecer que algunos artistas se enamoran, obsesionan, de su cuerpo como objeto creativo, aunque puede que sólo se trate de las posibilidades e incomprensión que hay en nuestra humanidad, desde la visión que se tiene del cuerpo como vasija del alma, hasta el misterio que guarda con la creación; así, que esos temas tan profundos y arraigados se esconden en los dibujos a carboncillo de Ian Ingram, quien sólo hace dibujos a lápiz de sí mismo.
En sus trabajos podemos observar dos escuelas, por un lado el surrealismo e imaginación que vive diariamente; por el otro, el hiperrealismo con el que retrata los detalles, que también nos enseña de qué manera el tiempo nos transforma y cada nueva arruga, cicatriz, grano, esconden historias, que para nosotros pueden ser imperceptibles, son parte de una biografía que se plasma en el cuerpo, o rostro.
Lo que destaca de su trabajo son los textos que comparte en su sito, en el que cuenta la historia y sentimientos al momento de crear sus auttoretratos, «mis trabajos exploran y representan un elemento de mi psique y su polo opuesto. Esto ha sido recompensado porque aporta un sentimiento de balance. ‘Para cada acción, hay una reacción igual y opuesta’. Éste es uno de los pilares que utilizo para definir la realidad y cualquier cosa sustentada en esta ley, ayuda a tener los pies sobre la tierra y aporta comodidad. Recientemente, sin embargo, he notado que éste rebote de un polo a su opuesto para abarcarlo todo hace que se pierda algo.
Si extendemos esta metáfora a nuestra realidad física, sería como aterrizar en el polo norte y luego viajar tan rápido como sea posible hasta el polo sur, y pretender que se ha comprendido el mundo entero. Tristemente, ésto significa que nunca sabría cómo es vivir en Austin (Texas), y yo adoro vivir aquí. Esta es mi casa y la experiencia de «hogar» es un tipo de conocimiento totalmente diferente al que esas polaridades ofrecen.»
Todas las imágenes son © Ian Ingram