Poco a poco las mujeres toman el mundo de la historieta, algo que están logrando mediante su talento, historias y un toque de humor ácido, al menos así es el caso de Alejandra Lunik con su personaje de Lola, que de manera continua se publica en la revista Ohlalá, y cuya «vida» fue recopilada en un libro editado por Lumen.

Lola, que algunos consideran un álter ego de Alejandra aunque no sea del todo preciso, es un personaje que en cada nueva entrega a forjado una personalidad un poco cínica, fuerte, independiente y con un toque infantil, que muestra cómo vive el día a día y hace partícipe al espectador de esas reflexiones.

El personaje siempre fue cercano a Lunik que siempre tuvo un particular gusto por el nombre de Lola, además de que ha sido un prototipo de mujer con el que se ha cruzado varias veces en la vida, así que son las experiencias las que alimentan la narrativa que construye la autora.

Por lo anterior no es de extrañar cuando nos dice que Lola es una historieta «absolutamente costumbrista; intenta retratar el mundo donde viven todas estas lectoras de Ohlala, de la clase media», se trata de mujeres trabajadores, algunas viven en pareja, otras no, a las que la maternidad no les preocupa y no es prioridad, algunas similitudes que comparte Alejandra con su personaje.

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La experiencia y personas que le rodean son la base del trabajo de Alejandra por eso hay una variedad de sujetos imaginarios que muestran diferentes pensamientos y segmentos de la sociedad, uno que destaca es el de Flor, que la autora define, como una típica mujer machista que busca casarse y su esposo se encargue de todo un divertido contrapeso para Lola.

Un ser más profundo y que «afecta»  a las mujeres es la temida «hormona asesina» que explica Alejandra fue «una cosa rara como apareció ese personaje», pues nació con la idea de ilustrar la creencia de que el síndrome premenstrual, que viene con una hormona que todo lo revoluciona, así que para escribir con responsabilidad decidió ir con un especialista que se encargara de las tiroides. Algo que descubrió fue que:

Entonces ahí me enteré y me formé acerca del rol que juegan las hormonas en las personas, animales y en todo; son las que mueven al mundo, aunque al principio fue un chiste sobre una creencia popular, se amplio al rango de narración.

Un punto que define el trabajo de Alejandra Lunik es el humor y del que tiene mucho que decirnos como profesional, ya que en su vida personal parece que ella no acude muy seguido a las risas, «todo lo contrario, soy una persona muy dramática en la realidad, el humor para mí no es una manera para salir de las cosas, el humor es un arte. Yo lo estudio y lo practico, lo consumo y lo analizo, pero no es que yo me ría de los problemas cotidianos».

Al ahondar acerca del humor nos brinda algunas referencias con una gama amplia como literatos, comediantes e historietistas. Algunos que destaca es  Claire Bretecher, una autora francesa, una de las pioneras del humor de género; también está Ralf König, comediante alemán; Charles Monroe Schulz creador de Snoopy; de cómic Maitena y Quino; entre otros. Así que se declara como una consumidora y aprendiz del humor.

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Pero ¿y qué más podemos esperar de Lola? Alejandra indicó que ya se trabajo en el segundo libro, aunque al contrario de lo que se alcanza a vislumbrar en el primero que Lola tomara un camino normal con un embarazo, hijos y comenzar la aventura de la maternidad; prefirió tomar al personaje de la madre de Lola para tratar temas como la madurez, la cercanía de la muerte, cuestiones un poco más complejas de la vida.

Uno de los puntos sobresalientes del trabajo de Alejandra es que tiene tientes al feminismo, pero no porque el personaje lo sea, sino por esa parte costumbrista es que se hace evidente ese tipo de comportamientos.

«El personaje (Lola) está representado no sé si a una feminista, ya que no se luchando ve de manera activa en las peleas por temas puntuales, más bien como contrapunto de su amiga Flor, que es como una típica mujer machista, que considera, que el hombre debe mantenerla, para quien su rol en el mundo es vivir bajo el sistema patriarcal».

Aunque la autora en la actualidad sí se relaciona con las luchas de las mujeres como #NiUnaMenos, que hasta antes de las marchas en Argentina no se relacionaba con este tipo de manifestaciones, que describe como un evento especial donde miles de mujeres se unían mientras la lluvia caía.

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Foto © Retorno Digital

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