Visión optimista al pasado de Mid90s

Ciertas imágenes sirven para reconfortarnos, para transmitirnos cierta tranquilidad, incluso cambiar nuestra perspectiva del pasado, esto es lo que logra Jonah Hill en la película Mid90s (2018), su ópera prima como director.

Hill nos lleva tras los pasos de Stevie (Sunny Suljic) un adolescente de clase media, que vive en un hogar roto por el divorcio, algo muy usual en la época y con un hermano mayor Ian (Lucas Hedges), que de vez en cuando le hace bullying. Un hecho que marcó la época era ver este tipo de escenarios familiares con ausencias que daban la pauta a la exploración en solitario.

Durante el verano Stevie busca un lugar al que pertenecer, que parece encontrarlo en compañía de los skates, de los chicos que considera cool, un grupo liderado por Ray (Na-kel Smith), quien es la cabeza del grupo por su moral y ser el mejor patinador.

La admiración por el chico mayor, es una búsqueda de una figura paterna que va más allá del hogar,. Se trata de buscar a alguien aquien seguir y la pertenencia son lo que remarca a las relaciones en el filme, el cómo Stevie se vincula con todos los miembros de esa peculiar cuadrilla.

En ese tiempo donde el nuveo milenio se veía lejano, y el futuro aunque presente permanece lejano, un momento de aprender a mantener el equilibrio sobre la tabla y sólo disfrutar del verano. Esto lo enmarca las escena en caída por la colina, los chicos déjandose llevar por sus sueños de la calle.

Aunque también vemos a Stevie legitimando su lugar en la pandilla, hasta encontrar o hacerse un espacio en el grupo, algo por lo que más de uno pasó, pero al final somos aceptados y sólo queda dejar eso atrás.

Stevie se aventura a la vida y vive un montón de experiencias, tal vez también se vuelve un poco la fantasía de ser como ese pequeño tan lanzado a la vida, y tener esas experiencias, en un periodo tan breve de tiempo.

Ray consciente de su posición como líder en diversas ocasiones descubrimos ver la vida con más perspectiva, de llevar a «sus» chicos por el buen camino y de vez encuando abrirse con ellos, pero siempre en confidencia, sin romper esa masculinidad que aún permea a este tipo de grupos.

Mid90s es una visión más optimista del pasado, a diferencia de una referencia clarísima Kids (1995), que está habitada por el caos y ese fantasma del VIH. Inlcuso puede que la gran diferencia sean los suburbios y la ciudad, pero en el trabajo de Hill nos permite ver de una manera divertida, a muchos nos permite volver y pensar en la magia de esa época acompañado de gran música como Wu Tang.

Es un regresar al momento sin tantas preocupaciones, un verano, que en compañía de maigos puede ser todo lo que se necesita para haberlo pasado bien, un buen trabajo y una visión muy personal del director, casi de vivencias personales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *