Juan Casamayor es condecorado con el Homenaje al Mérito Editorial en la FIL
Durante muchos años, un lugar común en el mundo editorial consistía en afirmar que el cuento, en tanto género literario, no era un negocio. “El cuento no vende”, sentenciaban. Sin embargo, la labor de un editor consiste, muchas veces, en ir contracorriente.
Por eso Juan Casamayor decidió darle la vuelta a la sentencia, convertirla en ocurrencia y decidió vivir del cuento. Así, junto con su pareja, Encarnación Molina, Encarni, fundó hace casi 20 años la editorial Páginas de Espuma, sello español cuya apuesta primordial siempre ha sido en favor del cuento. Y el tiempo le dio la razón a Casamayor, quien recibió el Homenaje al Mérito Editorial por parte de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El encargado de abrir el homenaje a Casamayor fue Raúl Padilla López, presidente de la Feria, quien recordó que el Homenaje al Mérito Editorial surgió en honor a Arnaldo Orfila Reynal, quien fue director del Fondo de Cultura Económica y fundador del sello Siglo XXI. Al referirse al homenajeado de la noche, Padilla López destacó la elección unánime del jurado, que eligió al director de Páginas de Espuma “por su militancia, empeño y especialización en torno al cuento”, y también por ser “un puente entre España y América Latina”.
Durante el homenaje, Juan Casamayor estuvo acompañado por Pilar Adón y Antonio Ortuño, escritores que han publicado en Páginas de Espuma, y por el también editor Daniel Divinsky. Marisol Schulz, directora de la FIL, fungió como portavoz del crítico literario Gustavo Guerrero, quien no pudo acudir a la ceremonia. Durante sus intervenciones, tanto Adón como Ortuño coincidieron en hacer referencia a la cálida acogida que han recibido por parte de Casamayor y Encarni en la sede de la editorial. “Existen lugares en el mundo que trascienden su lugar geográfico. La sede de Páginas de Espuma constituye el santuario máximo del cuento en español”, dijo Pilar Adón, mientras que Ortuño señaló que el sello “se ha convertido en un baluarte del relato breve”. Ambos coincidieron también en destacar que la clave del éxito de la editorial consistía en el equilibrio entre la publicación de autores clásicos y la permanente exploración para dar lugar a narradores contemporáneos.
Por su parte, Divinsky, luego de señalar que el mérito de Casamayor era compartido por Encarni Molina, señaló que el variopinto catálogo de la editorial tenía como denominador común “la calidad literaria y gráfica”. Dando lectura a la intervención de Guerrero, Marisol Schulz resaltó el hecho de que el homenajeado era ante todo un lector, y describió a Casamayor como “un hombre para el que los otros existen”.
Luego de recibir el diploma, la medalla y la pluma conmemorativa que acompañan al homenaje, Juan Casamayor dio lectura a un discurso en el que desfilaron ideas de algunos de los autores publicados por Páginas de Espuma. “La escritura del editor es su catálogo, y cada capítulo —o mejor dicho, cada cuento—, es cada uno de sus autores”, señaló Casamayor, quien también apuntó que “el editor-lector no es un hombre de ideas, sino de intuiciones. Quiero pensar que esto es resultado de más aciertos que errores”. Finalmente, concluyó agradeciendo a todos los que le han acompañado en la historia de Páginas de Espuma — “y por arriba de todos, gracias a ti, Encarni”, apuntó—, señalando que “un editor no hace una editorial. No estoy solo aquí arriba”.
Fotografía: Lisbeth Salas