Choque de culturas musicales en Guanajuato
Mientras un eufórico y casi “rockstar” Enrique Bátiz se salía de la rutina pactada en el programa del Festival Internacional Cervantino, en su edición número cuarenta y cinco, al extender su tiempo por una hora más de lo estipulado, en la histórica Alhóndiga de Granaditas se presentaba una fiesta de bailes guapachosos, armonizadas con bases electrónicas y sintetizadores que desde Colombia trajo Systema Solar.
Los que asistieron al recinto emblemático del centro de la ciudad (Teatro Juárez) quedaron anonadados ante la maestría de Bátiz, quien a gritos pedía más aplausos, dirigía a su orquesta (del Estado de México) y rechazaba las flores que le otorgó el Cervantino.
Tal como dijera en alguna entrevista con el diario La Jornada por allá del 2012: “soy un músico modesto al servicio de la Euterpe (la musa de la música, de acuerdo a la mitología griega) y que chinguen a su madre los que no lo entienden”, así, el público que asistió el lunes por la noche del 16 de octubre, salió sin entender, pero extasiado por el show que presentó.
Al mismo tiempo que la Orquesta, acompañada de la violinista de Kazajistán, Aiman Mussakhajayeva, interpretaba música de los compositores rusos Piotr Tchaikowsky y Sergei Rachmaninov, Systema Solar deleitaba con su ritmo a los asistentes que por poco llenaron la Alhóndiga con rolas como El Botón del Pantalón, Mi Caribe y Rumbera, por mencionar algunas, las cuales pusieron a bailar a todos, sin importar la edad, ya que entre los asistentes se encontraban personas de la tercera edad brincando y bailando, así como los jóvenes que se dieron cita al lugar.
Staff Tiq – Facebook: @Tiqfun