Realidad y memoria en la percepción de la realidad en la obra de Sandra del Pilar

El trabajo de Sandra del Pilar tiene algo de fantasmal, pues algo que marca su obra son las escenas que desafían la realidad, como si algo más estuviese ahí, esto se puede ver en la exposición Both Eyes in My Two Hand, que se presenta en la galería Zilberman Projects | Istanbul.

La exposición se fundamenta en un soneto de Sor Juana Inés de la Cruz: «tengo en entrambas manos ambos ojos / y solamente lo que toco veo». En el texto de la expsoción se explica que la lectura que se hace es que en éste se cuestiona la realidad y cómo es que la percibimos.

Con el eje de Sor Juana descubrimos que ambas se cuestionan la percepción de la realidad, haciendo hincapié en la memoria y por eso en las piezas vemos esas figuras de lo que pudo ser, lo que fue o lo que es, todo transitando en un momento, un manchón en el tiempo.

En sus pinturas, Sandra del Pilar se ocupa de hechos que encuentra en la vida cotidiana o en los medios de comunicación y, a menudo, son historias de opresión e injusticia. Investiga las relaciones perpetrador-víctima, los actos violentos en el dominio público y privado, y los castigos draconianos de los cárteles mexicanos de la droga (Giganten – I, 2020), y recuerda a los desaparecidos y olvidados. En secuencias que parecen oníricas e irreales, Sandra del Pilar permite que lo actual y lo histórico, lo privado y lo político, la memoria individual y colectiva, lo real y lo ficticio se encuentren. Sus pinturas reúnen formas de pensar y sentir de diversas tradiciones en la historia intelectual: textos líricos, motivos del Barroco (vanitas, memento mori) o mitología griega, figuras de la Biblia (Juan Bautista), y se entrelazan metáforas y alegorías entre sí a través y más allá del tiempo y el espacio.

Las pinturas suelen ir precedidas de largas fases de investigación: Sandra del Pilar realiza entrevistas con personas, tanto con víctimas como con autores, p. Ej. internos de la prisión. Adopta las perspectivas de los demás y en sus representaciones utiliza su propio rostro como sustituto de otros que desean permanecer en el anonimato. Al mismo tiempo, es consciente de su propia parcialidad; ella se involucra.