Vulnerabilidad explorada por Diana Bama en Papiel

La piel resulta en una de los testimonios de que vivimos, de que transitamos con ciertos dolores, con algunas cicatrices… no todo tan deprimente, pues ya es posible adornar esto o embellecer(nos) el lienzo encarnado. Un lienzo en el que es posible portar arte y que algunos artistas disuelven las fronteras, así es la obra de Papiel, de Diana Bama.

En México se encontró en Casa Equis, un espacio íntimo que invita a artistas jóvenes para exhibir sus obras, nos recuerda la mortalidad con la que transitamos, una cierta vulnerabilidad que va al filo del salvajismo, de un cierto misticismo femenino. Una naturaleza confrontativa.

«Papiel reinterpreta la relación entre nosotras, los animales y la naturaleza, cuestionando los lazos afectivos y la magia que emana de ellos», se puede leer en su sitio web con respecto a la obra. Transitamos con toda este amor que, en ocasiones, se ve afectado, pero se atreve a sobrevivir, a subvertir el mundo y poblarlo con una ligera violencia, tan contenida que sólo es visible para aquellos que son capaces de sostener la mirada de sus creaciones.

Una serie de cuadros que nos recuerda ese poder que llevamos, que fluye mediante al amor, si nos atrevemos a ser atravesados por el otro.

Papiel, de Diana Bama

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *