Shazam! un héroe más familiar
Un niño con el poder de un dios es una de las ideas principales que mueven a la película Shazam! (David F. Sandberg, 2019); también, se puede pensar como la historia de un tal Billy Batson (Asher Angel), quien está en búsqueda de su familia, en específico de su madre.
La orfandad es uno de las ideas nucleares de esta adaptación, una característica que comparten Batson y el antagonista Dr. Thaddeus Sivana (Mark Strong), aunque en el caso de Sivana es metafórico, ya que pese a tener a su padre y hermano fue tratado como una molestia, al menos desde su perspectiva.
Ser «indigno» es lo que provoca que Sivana se torne al lado del mal, un último empujón que le da el Wizard Shazam (Djimon Hounsou), que muestra el impacto que pueden tener ciertas experiencias para marcar a los infantes.
El mago está en búsqueda de un campeón, un ser puro de corazón para llevar los poderes de Shazam, que proteja al mundo de los pecados capitales. Esta búsqueda, lleva a Sivana al mundo mágico, pero resulta no ser el indicado.
Tras un corte, pasamos a la historia de Billy Batson, un pequeño rufían con buen corazón, que se podría ver como un cliché, que no necesariamente es malo, resulta funcional y bien aplicado para la película. Este personaje, de manera constante, se mete en problemas y huye de sus familias adoptivas, todo por buscar a su madre, situación que provoca diversas decepciones para Billy.
Perdido en el mundo de las agencias de adopción, en la película esto cambia, como es usual, cuando le leen la cartilla. Llega su última oportunidad para adaptarse a una familia, todo esto llevado con un humor desenfadado; un buen equilibrio entre las tristezas constantes y la esperanza que mueven al joven de 14 años.
Así, termina con una familia que no se rendirá hasta que se integre a la familia. Así comienza a interactuar con sus nuevos hermanos y padres, aunque conserva esa barrera, de quien sabe que tiene su propia familia.
En un punto de la película, Sivana logra entrar al reino del Wizard Shazam, donde explica sus traumas, el ser siempre insuficiente, un reclamo a toda su vida, así que en vez de tomar los poderes de Shazam, libera a los pecados. La respuesta de esto, es que Batson se convierta en el campeón, sólo por descarte, llega una responsabilidad sin estar preparado. La historia común de los súperheroes.
Investido de los nuevos poderes, Billy, en compañía de uno de sus hermanos adoptivos, comienza una divertida secuencia de entrenamiento para descubrir los poderes de los seis ancianos inmortales que habitan en los poderes de Shazam: Salomón, Hércules, Atlas, Zeus, Aquiles y Mercurio).
Antes del inminente enfrentamiento entre el bien y el mal, cada niño cierra su arco. Sivana logra vengarse de su padre y hermano; por su parte, Billy encuentra a su madre, quien le confiesa que lo abandonó.
La película tiene un gran corazón, ya que destaca el valor de la familia, aquella que se elige, si bien algo rápido los acepta en su corazón, se podría entender, pues es lo único que tiene. Podría pensarse que viene de la nada, pero sólo se aferra a algo. Así es como surge la familia Shazam; Billy ya no estará solo en el mundo.
Un poco boba y divertida, y con mucho sentimiento, es lo que nos ofrece Shazam!, una historia familiar, que nos permite nuevas lecturas en esta nueva oleada de héroes, una nueva fase llega en este tipo de cine.
¿Dónde más ver a Shazam?
El primer acercamiento que tuve con este héroe no fue en el cómic, fue en la serie animada de Liga de la Justicia y Young Justice, donde se presenta como el espíritu renovado del héroe, un personaje más puro que Superman, un nuevo niño explorador.
En Liga de la Justicia, su aparición es para contraponer a los miembros que ya deben tratar con política, cuidar cada acto, desde la ingenuidad infantil, Shazam sólo piensa en hacer el bien; incluso, brindar segundas oportunidad, hasta personas como un villano como Lex Luthor. Todo esto se conserva, aunque debajo de capas, en la adaptación.
Uno de los puntos que más podría ser «ruidoso» para los seguidores de Shazam es que se trata de un adolescente, no un niño, además de que en la actualidad resulta más complejo tratar la «pureza de corazón». Parece que el gris ya es más aceptado en el cine, por ese este nuevo Billy es un tanto rufián, parece una buena lectura de los tiempos. Incluso, las bobadas ayudan a mantener ese clima de inocencia en este púber.