Realidad fotografiada con rayos x

Hugh Turvey ha pasado casi 20 años creando fotografías de rayos X, no está interesado en el diagnóstico médico; su interés es el arte, revelando un mundo oculto que el ojo normalmente no puede ver.

El fotógrafo nombró sus particulares series como Xograms, que son piezas que tiran la cortina sobre las estructuras profundas dentro de los objetos cotidianos. Su imagen de una mujer que lleva tacones de aguja, que su esposa, como es el caso es un buen ejemplo.

La radiación de rayos X es como la luz visible, ya que también está compuesto de fotones. La diferencia es que los fotones de rayos X están a una energía mucho más alta, lo que significa que pueden penetrar objetos sólidos. Cuanto más denso sea un objeto, más probable es que incluso los rayos X serán absorbidos, por lo que los huesos densos detienen las radiografías, mientras que el músculo menos denso y la grasa les permite pasar.

Turvey elige diferentes puntos fuertes de los rayos X dependiendo de lo que está fotografiando. Para un objeto grande y denso, como el cráneo de un elefante, podría utilizar una máquina a escala industrial. Para una flor delicada, él usaría un dispositivo más pequeño de la radiografía similar a ésos que usted encuentra en la cirugía de un dentista.

La inspiración para pintar con luz de rayos x llegó en 1996, mientras que Turvey era un aprendiz bajo el gran fotógrafo de rock Gered Mankowitz. Turvey se dirigió al hospital Royal Free de Hampstead, al norte de Londres, donde los radiólogos le permitieron mirar a través de un cubo de rayos X descartados.