Hermosas esculturas de territorios internos
Lo que sorprende del trabajo de Sophie Aguilera Lester es el cuidado y cariño que pone en cada pieza, esto al recrear figuras que vienen por completo de la naturaleza, desde el pasto hasta los corazones y que cada uno tiene un aspecto tan particular que nos ofrece la oportunidad de tener un diálogo con la artista.
Cuerpos de los que parecen brotar flores como si tanta belleza no fuera posible, que el único remedio es vomitarla o esos «tatuajes» en el corazón que nos recuerdan la unión que tenemos al mundo que nos rodea, algo que jamás debemos olvidar.
Lo que más sorprende es el proceso, pues desde que trabaja con la cerámica para darle su forma e irla puliendo y luego elegir los colores y dar forma a El jardín secreto de la memoria, un territorio onírico del que nos hace partícipe.
Todas las imágenes son © Sophie Aguilera Lester e Inéditad