Enivia Muré une su voz a la Reina Virge Isabel I

La soprano Enivia Muré une su voz, y parte de su vida, al espectáculo lírico teatral Reina Mujer, una exploración a la figura de Isabel I, la famosa Reina Virgen. El proyecto ofrece una visión íntima de la reina de Inglaterra.

A lo largo del 2019, Enivia tuvo diversas representaciones, así que cada nueva puesta en escena le permite abordar más del personaje, conocer perspectivas que sólo con el tiempo ha observado y apreciado.

La soprano comentó que la puesta en escena se centra en las últimos momentos de esta poderosa mujer. «Justamente acaba de salir de nombrar a su heredero James I», así que, basado en hechos reales, vemos esta interacción «interna» en la que la protagonista revive instantes de su vida con arias de óperas escritas para ella, «otras para la Tudor, su madre, su hermana de compositores como Donizetti, Puccinni Rossini», por mencionar algunos.

Si bien gran parte de la música seleccionada son para interpretar por la soprano, también se integran algunas arias para tenor. «Toda la música fue seleccionada (en torno) a los Tudor, algunos compositores se inspiraban en ella, desde una perspectiva más humana», compartió Enivia Muré.

La soprano considera que es Isabel I es un personaje llamativo, debido a que es una mujer que efectuó un cambio histórico, ya que hizo florecer a su pueblo en diversos aspectos. Pese a ser una mujer empoderada estuvo ligada a los hombres, pues si bien no se casó, tuvo asesores y la corte estaba formada por otros elementos masculinos, así que el equilibrio es un aspecto que le interesó descubrir.

«La vemos como una figura fuerte, solitaria, y tomaba fuerza de los hombres que lo rodeaban, así que encuentro el equilibrio. Buscar esa comulgación en la vida cotidiana, que estén unidos es lo interesante para mí».

Al contener tantas arias y estilos, la obra representa un reto, «tanto vocal, como actoralmente, porque se trata de Isabel I, pero cambia cuando se refiere a su hermana, a su madre». Además la soprano se enfrentó a interpretar un personaje más grande que ella, en cuanto a edad, ya que anteriormente siempre eran más jóvenes.

«Es interesante he tenido que involucrarme y observar y estudiar el comportamiento humano de una persona de poder, de élite, en los fines de su vida. Vocalemente (también) porque todo es un es un estilo de bel canto, son personajes distintos, me lleva por zonas de mi voz, que ofrece retos que se va desde el drama hasta muy agudas con muchas coloratura», explica.

Algunas de las arias que interpreta son la escena final de Ana Bolena, el recitativo; también está presente Mariaregina dInghilterra, de Giovanni Pacini; canta la escena final de Roberto Devereux, de Gaetano Donizetti; Gioachino Rossini; algo de Benjamin Britten con Gloriana; y John Dowland con Come again.

Toda la música lleva por la evolución del personaje de Isabel I, que poco a poco se asume en el cuerpo de Enivia Muré, que asegura que conforme más veces la interpreta se hace más sencillo. Cada nueva representación le ofrece un nuevo entendimiento, así conoce «más y más en profundidad de una mujer como ella, la situación del mundo en el que vivía, toda la cuestión del sexo femenino y el poder, cómo se da la política en esos momentos y en la actualidad. Todo esto me permite involucrarme con ella (Isabel I)».

Acerca del espectáculo comenta que se trata de una puesta en escena con una hora de duración, en el que se atavía con vestimentas de época creado por Antonio Bártolo, diseñador especialista en vestuario de ópera barroco.

En cuanto a la música se hace acompañar de un piano lo que da un ambiente íntimo entre el público y los actores, ya que está diseñado para foros pequeños, ya que en la narración se considera a Isabel I en su recámara.

«Se presenta como la reina y empieza a auto evaluarse, también en el amor, en el hecho de que decidió casarse no con un hombre, sino con Inglaterra, que sacrifició su amor por su pueblo. Empiezo con el aria Vivi ingrato, Roberto Devereux», relata la soprano.

Desde el romance y el ego femenino transporte al espectador a los momentos más crudos y auto críticos, pues la corona obliga a mancharse de sangre e Isabel I era algo que no quería hacer, pero el destino y lo bélico es más fuerte. «Son decisiones difíciles, rompes tus ideales, lo que creíste que nunca sucedería, pasa porque sino vas fuera del mundo».

Durante el espectáculo, la Reina se va transformando y pasa por diversos momentos clave de su vida, uno de los mas emblemáticos, para Enivia, es cuando  el fantasma de la madre «parece meterse en su piel y empieza a vivirla».

Otra presencia, que siempre ronda es la del amor, aunque hasta el final se hace presencia, esto de la mano del tenor que la acompaña en Reina Mujer y concluye con una reflexión, sin arrepentimientos de su vida.

Acerca de las presentaciones, comentó que es un espectáculo muy llamativo, debido a que es «raro que se presenten arias tan complejas» en una narrativa única y en tan poco tiempo. Así que esto ha llevado a Isabel I Reina Mujer a montarse en México y en Europa desde su estreno en el Festival Internacional 5 de Mayo, en Puebla.

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