Cambio Cultural en el Vive Latino
Hablar hoy del Vive Latino no se trata de la misma imagen del festival de origen años atrás, su diversificación ha llegado a tal dimensión que hoy en sus escenarios se cuenta con la participación de bandas tanto latinas como ibéricas, de países anglosajones, americanas, africanas, etc.Un menú multicultural.
La transformación ha provocado críticas por parte de los más herméticos musicalmente hablando a aquellos a los que les da tirria asistir a un festival para ver a Robert Plant, donde al mismo tiempo a lo lejos escucharán a Sonido Gallo Negro o Paquita la del barrio.
Lo cierto es que lo anterior se escucha un tanto aberrante, sin embargo sostener un festival de esa magnitud año con año no es tarea fácil y la gran empresa (cuasimonopilio) organizadora de conciertos lo sabe, por ello ha optado por un esquema que ofrece un festival ultra-diversificado, que al final, la inclusión no creo que le reste calidad sino todo lo contrario.
Es claro que lograr que Pedro botas negras, cabellera larga headbangiando en Mastodon, Lalo mochila de cuadros al hombro brincando al ritmo de las trompetas de Los Victorios o The Specials, o Emiliano pantalones entallados, bigote, barba y pelo de lado simulando tocar la guitarra mientras inclinan la cabeza de un lado al otro al ritmo de Interpol, al igual que Carla sui generis desplazándose entre Babasónicos, gritando puto en Molotov, o remembrando en Caifanes, junto con otros miles más convivan en el mismo lugar sin tener siquiera un género musical en común sea el gran negocio de Ocesa.
El reclamo principal ante tal escenario es: ¿por qué tengo que pagar tanto por ver (quizá) a tres bandas que amo cuando pienso que el resto son un fiasco? Lo cierto es que no importa cuánto te preguntes eso, al final lo harás simplemente porque amamos la música, la adrenalina de brincar y gritar entre la masa, amamos la incomparable sensación de ver la producción de sonidos en vivo y no tras un medio frío.
Claro que es un negocio y uno muy grande, pero lo cierto es que solo un Monstruo puede crear un festival Frankenstein remedando con hilos de pop, bolero, rock, electrónica, ska, hip hop, postrock, indie, folk, y lo que quieras seguir nombrando.
Además a pesar de la escena internacional El Vive Latino no perdió la esencia y raíz latina, tan es así que muchos de los grandes momentos del pasado festival 2015 se construyeron en manos los grandes nacionales y latinoamericanos como por ejemplo, Babasónicos, Molotov, Nortec Collective, Los Ángeles Negros, La Lupita y otros.
Por supuesto no podemos dejar fuera a Caifanes que en el festival esta banda significó el momento más álgido de nostalgia nacional, esa que está ahí en el recuerdo sin querer dar un paso hacia el presente y que a pesar de las dificultades con la desafortunada voz de Saúl Hernández, está se vuelve innecesaria ya que tan solo al comenzar las primeras notas de Dioses Ocultos la multitud comienza a encenderse y la voz de él se convierte en miles lo que supera toda imperfección, efecto que continua canción por canción.
Mucho antes de Caifanes, la escena ibérica también tuvo su espacio para desprender su densa bruma de sintetizadores y guitarras que envuelven a la audiencia para gritar, arde babel, arde babel, (Babel), decirnos a la cara que hace mucho tiempo que me aburro contigo (La lombriz en tu cuello), sentir como nuestro cuerpo comienza a volverse en un animal de perlas acumuladas (Perlas) para luego verse invadido por la necesidad del speed y que siempre te gustaron largas, amarga baja, amarga baja, no me vengas con desvicio, todo a cargo del Columpio Asesino que con sus buenos años ya encima representaron al país ibérico al igual que sus compatriotas Los Fresones Rebeldes, dentro del marco del segundo día. En otros escenarios alternos del sábado, se pudo escuchar A Band Of Bitches, Apocalyptica, Los happy Mondays, Nortec, Interpuesto, La revolución de Emiliano Zapata y con una muy buena banda coreando sus letras: La Cuca, DLD, Los Románticos de zacatecas, Enjambre entre otros.
Para los que vivieron los dos días anteriores dentro del festival el cansancio no fue obstáculo para brincar y cantar con sus elecciones para la jornada.La mía: desafortunadamente ver a Ximena Xariñana y su show insípido que lo único que tiene de bueno son sus músicos, todo para esperar ver salir a la pelirroja más famosa del rock de los noventas y su banda que es todo menos basura.
Garbage, obvio, tocó las más esperadas, Cherry lips, Vow, I Think I´m paranoid, Blood Poppies, con un sonido bastante bien logrado que me permitió gritar y cantar a lo lejos: Stupid Girl, don´t believe in fear, don´t believe in anything…, justo al regreso de ver un par de canciones de El Mató a un policía motorizado, quizá mi descubrimiento más interesante de este Vive Latino. -Esa es la banda que toca la canción original del cover de Piluso-, dijo mi amigo Pablo mientras un argentino gordo vestido con pantalones cortos tipo basquetbolista cantaba: Jenny algún día Jenny, todo lo que ves será nuestro…mientras yo pensaba ¡Claro! lo conozco.
Shirley Manson se despedía pidiéndole a todos los mexicanos que sean siempre fuertes y que alcen su voz, que sean valientes y algunas palabras más que se diluyeron mientras corríamos para ver a Ana y no perder la sorpresa del domingo en el escenario Momentos Indios, la cual se trató del duo de Meme y Natalia la Fourcade tocando sus canciones nuevas (y muy buenas) respectivamente y otras tres más del tributo a Agustín Lara de Natalia y de Café Tacvba. En sinónimo de dosis extremas de energía las cargas de adrenalina más fuerte fueron: Molotov para la audiencia, (como era de esperarse) y Die Antwoord quienes tienen ese factor sorpresivo en el que no importa cuánto odies su música, no importa que tan chillona sea la voz de Yolandi Visser, en vivo son una colisión explotando en pedazos, que inevitablemente te emocionará. Los ángeles negros, AJ Davila, Ases Falsos, los Victorios (antes Salón Victoria), aterciopelados, Dave Mattews Band, formaron parte también del cartel del último día del festival al igual que los Angeles Negros con invitados especiales, para cerrar. Esta es solo una versión limitada (muy limitada) y con dolor de letras faltantes se nos escapa el místico Robert Plant, pero para aquellos como yo que sufrieron de perderse alguno de sus favoritos, los videos abundan en Youtube.