Burla al Ego en un Entorno Surrealista

Un lado humano muy difícil de vencer es el ego, ya que logra controlarnos y mover diversos aspectos de nuestra vida, así que para ayudarnos con esto gran parte del trabajo de Tristan Pigott se enfoca en este tema, para lo que representa a la gente absorta como si apenas estuviesen conscientes de sí mismos y juega con estas características mediante la creación de narraciones surrealistas, donde la proyección de una persona se destaca por el drama de la escena.
Para el autor su obra es una burla juguetona en el que retrata la importancia que damos a la imagen y la percepción. El resumen de la composición de las pinturas muestra la diferencia entre lo que se piensa y la realidad. Al respecto dice «transmito cómo el ego humano se traduce en imagen, mediante la yuxtaposición de figuras pintadas realistas ante un telón de fondo surrealista».
El estilo figurativo de permite transmitir narraciones conceptuales con inmediatez relevante para el espectador. Así podemos ver como un hombre que sostiene un cisne que está pintado en un estilo realista, mientras que un plano de profundidad está absorto en un iPhone.
Todas las imágenes son © Tristan Pigott