Surrealista naturaleza de Vangel Naumovski

La obra de Ohrid Vangel Naumovski se presenta como un ejemplo único de un pintor del maravilloso mundo de las profundidades del lago y de la complejidad del universo, de satisfacción, de mujer y del amor.

Sus imágenes poéticas con un golpe magistral captan el mundo en la frontera entre el sueño y la realidad, entre la tierra y el universo, los reinos de plantas y flores, la belleza de las ninfas de Ohrid. Los mundos mágicos de los sueños de Naumovski se originan de su relación con la naturaleza, el medio ambiente, las tradiciones, los mitos, mientras que de manera estilística y temática ocupan un lugar separado e identificable con sentimiento humanista y panteísta específico del mundo y del hombre en él.

No basta con decir que la pintura rendida por Vangel Naumovski está marcada por una reconocibilidad única. Aunque es un pintor autodidacta, está entre los pocos artistas de Macedonia, que también obtuvo la más alta aclamación internacional especialmente durante sus años más creativos.

A principios de los años 60 comenzó a pintar en un estilo surorrealista biomórfico, donde fusionó elementos figurativos dentro de formas abstractas. Salvador Dali comentó una vez que el trabajo de Naumovski «está cerca del mío … tiene algunos elementos que pueden ser considerados científicos, también interesante es el lado biológico de su pintura».

Aunque presumiblemente una observación irónica, Dali se refirió a una base tecnológica para el trabajo de Naumovski, que en el clima actual de acelerados retornos tecnológicos y especialidades interdisciplinarias como la biotecnología y la biología cuántica, esbozan la posibilidad de que las visiones ondulantes de Naumovski se conviertan Algo de una realidad. Si no lo han hecho ya.