Amorosas fantasías de Ofra Amit

Un mundo más allá de la realidad donde las personas juegan libremente y con una variedad de elementos fuera de lo común, que si bien son sencillos nos muestran otras maneras de apreciar el día a día son algunos elementos que coloca Ofra Amit en su obra.

La mayoría de sus obras se centran en un personaje en particular. Por ejemplo, en el libro para niños Bruno, el niño que aprendió a volar (2013), en el que centró su atención en el escritor polaco del siglo XX Bruno Schulz, más que en cualquier contexto social o cultural específico.

Las ideas de Amit sobre cómo ilustrar un texto son bastante precisas: mira el párrafo que está tratando de visualizar y busca una o dos palabras que resumen la esencia de la escena. Puede ser una acción, pero sobre todo es una palabra evocadora como «soledad» o «hogar».

Ilustrar para libros infantiles le da delicado equilibrio entre expresar su arte y permanecer consciente de la audiencia a la que se dirige el trabajo, pero Amit aborda el reto. «Cuando estoy ilustrando un libro para niños, trato de no pensar que es para niños. Me gusta mantener las definiciones y las fronteras un poco borrosas. Como si llevara a mis hijos al museo, intento hacer del libro una experiencia para los lectores «.