«La fundamentalista» una obra que invita a replantear la fe

La idea del «fundamentalismo» está relacionada al extremismo religioso, a vivir la palabra de Dios sin criterio. Este tipo de pensamiento es evasivo y capaz de transgredir lo sacro, pues ese tipo de pensamiento puede ir más allá, así cualquiera puede convertirse en un fundamentalista.

Todo esto es un poco de lo que se puede reflexionar en la obra La fundamentalista, del dramaturgo finlandés Juha Jokela, que es traída a México gracias a los esfuerzos de Teatro de Babel con presentaciones en el Teatro Salvador Novo del Cenart (hasta el 29 de septiembre).

Esta puesta en escena, protagonizada por Luis de Tavira y Aurora Cano, bajo la dirección de Ignacio García, ralata la historia de Markus (Luis de Tavisra) un famoso pastor, autor de una serie de libros que intentan renovar la fe de las nuevas generaciones en la iglesia, conocido como “El padre escándalo”.

A la vida de Markus, de pronto, regresa Heidi (Aurora Cano), una chica a la que dejó de ver hace 20 años y con la que mantuvo durante su juventud una entrañable amistad. Ella pertenece al grupo de cristianos de la Iglesia de la Palabra Viva, y está decidida a alejar a Markus del “camino al infierno” al que se está exponiendo con la publicación de los libros.

Este reencuentro que sucede en lados opuestos de la fe, trae el conflicto a la vida de Markus, una inyección de juventud que le propondrá una misión impuesta por sí mismo, salvar a Heidi de lo que considera una secta, ambos intentan salvarse, buenas intenciones que la historia de la humanidad nos lleva a adelantar que no traerá nada bueno.

La fundamentalista presenta uno de los conflictos más antiguos de la humanidad: la incapacidad de escuchar al otro. Presos de nuestras propias ideas no somos capaces de ver al ser que tenemos enfrente, así a lo largo de la pieza teatral vemos cómo cada personaje defiende su postura, mientras los recuerdos se entremezclan.

A lo largo de la obra descubrimos cómo es que después de ser muy unidos existe un punto de quiebre entre Markus y Heidi, en el que a fe también puede convertirse en pasión y afectar a aquellos que la profesan.

Uno de los puntos de la obra es que incita al debate personal, a posicionarse con alguno de los personajes, por la visión que se tiene de las sectas, es muy fácil coincidir con Markus, que podría verse como una trampa, pues toda la obra es narrada desde su visión. Nos alimentamos de su odio hacia los que él llama «fundamentalistas», que viven la palabra de la Biblia como leyes.

Poco a poco, y gracias a la brillante actuación de Tavira, descubrimos la oscuridad que habita en Markus, un ser gris, un ser muy humano, un ser con fallas y cegado por el ego de su misión contra ese tipo de fe.

En tanto, Aurora Cano también ofrece una fantástica actuación, al mostrar una mujer que vive la pasión de una manera tan carnal, una fémina que ha logrado resolver algunos problemas en su vida, pero aún tiene un largo camino y en su familia (iglesia) encontró un poco de tranquilidad, esto hasta llegar a un próximo amor.

Sin duda, Heidi tiene un grado alto de complejidad, pese a ser una mujer fuerte por todo lo que ha vivido, aún conserva una cierta vulnerabilidad, tal vez esto es lo que levanta en Markus ese sentimiento de protección.

Por cerca de dos horas, los actores muestra una obra desgarradora y poderosa que nos lleva a replantear la espiritualidad, a replantearnos si en algún momento hemos sido fundamentalistas con ciertos pensamientos que rigen nuestras vidas.

Teatro de Babel ha llevado a escena coproducciones con el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Finlandia, Australia, Argentina, España, Estados Unidos, Chile, Francia y Suiza, consolidando a la compañía como uno de los grupos mexicanos más importantes en el ámbito de la colaboración internacional.

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